
Pedir un libro a Santa Claus es siempre una apuesta segura. Pero estas Navidades queremos ser un poco más atrevidos –o menos conservadores– y pedir lo nunca visto. Eso sí, las letras nunca pueden faltar.
Pedir un libro a Santa Claus es siempre una apuesta segura. Pero estas Navidades queremos ser un poco más atrevidos –o menos conservadores– y pedir lo nunca visto. Eso sí, las letras nunca pueden faltar.